Este proceso implica una serie de pasos cuidadosamente coordinados para garantizar el cumplimiento legal y la autorización adecuada.
En primer lugar, se procede a la firma del contrato entre el anunciante y el propietario del espacio. Este establece los términos y condiciones del acuerdo (duración, el costo, responsabilidades, etc)
El siguiente paso es obtener los permisos municipales. Esto implica presentar una solicitud ante las autoridades locales, que incluye documentos, planos, diseño propuesto, ubicación y cualquier otro requisito específico del municipio.